Kit de luces de xenón
Javier | Canelones
@| “Hace más de un año escribí mi tercera carta sobre los kit de
xenón, esperando tener una acción de las autoridades (la Unasev
principalmente) para corregir la peligrosa situación que los mismos
ocasionan a la seguridad vial, pero lamentablemente no he tenido éxito
todavía. Lo que está ocurriendo es que se siguen multiplicando la
colocación de dichos kit y sigue sin haber un control de los mismos. Es
un problema en aumento y va a llegar un momento que -al igual que el
tema de las motos que ya será imposible controlar.
Los kit de xenón instalados sin homologación de fábrica son peligrosos ya que se sustituye la lámpara incandescente/halógena original para la cual fue homologado el faro por una de xenón que tiene un brillo varias veces superior, razón por la cual la óptica al no tener un diseño específico no puede controlar el flujo luminoso excedente con la sustitución. La normativa europea, así como la brasileña y la argentina (las de los vecinos en los últimos años) prohíbe instalaciones no homologadas de luces. He enviado toda la información técnica, en la que me baso para hacer estos breves comentarios, a la Unasev, pero todo sigue igual.
Falta reglamentación para que la Caminera aplique el RNCV (Reglamento Nacional de Circulación Vial) donde en su capítulo VII, de las luces y reflectantes dice: ’7.1 Los vehículos automotores de más de dos ruedas deberán estar provistos de dos faros principales delanteros que, cuando estén encendidos, emitan una luz blanca o de color amarillo selectivo. Estos faros deberán estar de tal manera conectados que el conductor pueda seleccionar con facilidad dos emisiones de luz proyectadas a alturas distintas y que satisfagan los siguientes requisitos: a) Luz baja: será una emisión asimétrica que permita ver personas, vehículos y obstáculos a una distancia no menor de treinta metros al frente, de noche y con tiempo claro. No deberá ser deslumbrante, ni causar molestias a los demás usuarios…’
Espero que este tema sea considerado de una vez, no hay nada que inventar, ya está todo inventado, lo que se puede hacer y lo que no, lo que es seguro y lo que no. De no hacer nada sigamos entonces permitiendo que cada uno ponga la luz que se le antoje, total, algunas infracciones se controlan y otras parece que no”.
Los kit de xenón instalados sin homologación de fábrica son peligrosos ya que se sustituye la lámpara incandescente/halógena original para la cual fue homologado el faro por una de xenón que tiene un brillo varias veces superior, razón por la cual la óptica al no tener un diseño específico no puede controlar el flujo luminoso excedente con la sustitución. La normativa europea, así como la brasileña y la argentina (las de los vecinos en los últimos años) prohíbe instalaciones no homologadas de luces. He enviado toda la información técnica, en la que me baso para hacer estos breves comentarios, a la Unasev, pero todo sigue igual.
Falta reglamentación para que la Caminera aplique el RNCV (Reglamento Nacional de Circulación Vial) donde en su capítulo VII, de las luces y reflectantes dice: ’7.1 Los vehículos automotores de más de dos ruedas deberán estar provistos de dos faros principales delanteros que, cuando estén encendidos, emitan una luz blanca o de color amarillo selectivo. Estos faros deberán estar de tal manera conectados que el conductor pueda seleccionar con facilidad dos emisiones de luz proyectadas a alturas distintas y que satisfagan los siguientes requisitos: a) Luz baja: será una emisión asimétrica que permita ver personas, vehículos y obstáculos a una distancia no menor de treinta metros al frente, de noche y con tiempo claro. No deberá ser deslumbrante, ni causar molestias a los demás usuarios…’
Espero que este tema sea considerado de una vez, no hay nada que inventar, ya está todo inventado, lo que se puede hacer y lo que no, lo que es seguro y lo que no. De no hacer nada sigamos entonces permitiendo que cada uno ponga la luz que se le antoje, total, algunas infracciones se controlan y otras parece que no”.
Enlace a publicación en El País digital